La "Nueva Derecha" y la "batalla cultural"

Por: 

Alberto Adrianzén M.

El truco, además de obvio, es grosero: invito a un conocido neoliberal y miembro de la famosa Sociedad de Mont Pelerin uno de cuyo fundador fue Hayek, para preguntarle "inocentemente" qué opina sobre los subsidios otorgados al cine peruano. Para "sorpresa" de todos dice que está en contra y añade demagógicamente que es "mejor" darles ese subsidio a los pobres. Luego invita a una persona con un apellido de expresidente cuyo partido tiene como nombre libertad y que se define como liberal, para que diga lo mismo que su amigo neoliberal de Mont Pelerin. 

En realidad, este espectáculo, montado, por cierto, no es un periodismo sano y donde los periodistas e invitados no son otra cosa que parte de una comparsa y de una campaña de unos enloquecidos neoliberales, que han encontrado en el argentino Milei su nuevo guía e ideólogo. Es decir, su nuevo "presidente Gonzalo”, una suerte de sexta espada del neoliberalismo.

Ellas y ellos solo buscan no solo acabar con el cine peruano sino también con una mirada, una sensibilidad y unas ideas distintas frente a lo que viene sucediendo en nuestro país.

El cine es, como se dice, alma de un país. Son los ojos y oídos de todo un pueblo. Fue también un gran invento que cambió la modernidad para introducir para siempre la imagen en movimiento. Nos dio la capacidad de imaginar lo inimaginable, de conocer nuestro pasado, de soñar, de reír, de llorar y ver en una pantalla, en medio de la oscuridad, a nosotros mismos y hasta nuestros más íntimos deseos.

Hoy ese arte de multitudes se nos quiere arrebatar. Y se nos quiere arrebatar cuando el cine peruano gracias a un grupo de cineastas, hombres y mujeres, comienzan a mostrar otro rostro y también otro "lenguaje" (lea bien señor lingüista), muy distinto al "mundo" de estos críticos del cine peruano.

Hoy en este nuevo cine peruano, vemos y oímos otros rostros y colores, otras lenguas; también vemos la pobreza y la miseria; vemos a los "Quispe" que es el apellido más numeroso en nuestro país; a izquierdistas y luchadores sociales; pero también vemos las esperanzas de un sector social que hoy asusta a sus críticos y que un desarrollo de este nuevo cine, les dan miedo, porque saben que esas nuevas esperanzas, es el fin de sus privilegios.

Hoy un pequeño grupo quiere volver a estos sectores, hombres y mujeres, "invisibles" como en el pasado.

Aquí la "ideología neoliberal" es simplemente una coartada, una excusa de un grupo, en realidad de una "argolla", cuya representación pública es una congresista que cree que el Grupo de San Paulo quiere dominar el mundo, que lo peor son las feministas, las llamadas abortistas, los comunistas y hasta los liberales auténticos, para terminar con un pluralismo abierto, con una nueva convivencia basada en la interculturalidad y en compartir una misma patria de iguales.

Por eso proponen una abierta política exclusión. No les gusta que hablen quechua, tampoco aymara u otras lenguas originales. Tampoco ver cómo viven y hasta cómo aman. No pueden ser vistos. Son un "mal ejemplo".

Este grupo están llevando a cabo, como dice Agustín Laje, ideólogo y fundador de una "nueva derecha", una "batalla cultural" contra el progresismo.

El cine como sabemos es también una industria cultural de masas. Participa activamente en la formación de la identidad nacional de un país. 

Países pioneros en este esfuerzo como México es un ejemplo notable de cómo el cine es también un "arma cultural". A este país se han sumado otros como Argentina, Brasil, Chile y Colombia. Hoy todos estos países gracias al esfuerzo nacional pueden exhibir directores, actores, actrices y técnicos de talla mundial.

Hoy la "batalla cultural" o mejor dicho esta "contrarrevolución cultural" de esta "nueva derecha" ha entrado en una fase distinta que busca que los otros, los diferentes, simplemente no existan. 

Nos debe quedar claro que cada cierto tiempo la derecha busca derrotar y expulsar de las sociedades al pensamiento crítico y a la cultura progresista y pluralista. Es decir, una cultura que privilegia la libertad, la igualdad, el respeto a la diferencia y la defensa de los trabajadores. Eso fue el fascismo, el macartismo, el thatcherismo y también un socialismo autoritario.

Estamos avisados. La "nueva derecha" le ha declarado la "guerra cultural" a la izquierda y al progresismo.