Servicio Militar a 1850 soles

En mayo del 2011, el entonces candidato Ollanta Humala Tasso enfatizaba su rechazo a la propuesta de la congresista fujimorista Luisa María Cuculiza, quien abogaba por el regreso del Servicio Militar Obligatorio (SMO). Con énfasis y la experiencia que tenía en sus años como militar, el actual presidente dejaba en claro que la apuesta de su partido y la que defendería su gobierno de llegar a sillón presidencial iría en la línea de un servicio militar voluntario ya que, en sus propias palabras “la defensa nacional no es reformatorio ni una correccional, es para que vayan a hacer voluntariamente su servicio y debe ser un trabajo que tenga atractivos para los jóvenes”. Hoy, poco menos de dos años después, la promesa ha sido voluntariamente olvidada.

El 20 de marzo pasado se publicó en El Peruano un decreto supremo en el cual el presidente, otrora defensor del voluntarismo en el servicio militar, realiza un llamamiento extraordinario de personal en la Clase 1995 y anteriores para la incorporación voluntaria al servicio militar acuartelado correspondiente al presente año. En este decreto se avisa, además, que si las plazas no son cubiertas por los voluntarios, se aplicará el artículo 50 de la Ley de Servicio Militar, es decir, se hará un llamamiento obligatorio. ¿Por qué obligatorio? Pues, aquellos jóvenes que resulten sorteados, de no presentarse, deberán pagar una multa de 1850 nuevos soles. Pregúntese usted, ¿quién puede pagar dicho monto?

Esta modificación a la Ley de Servicio Militar se dio en el contexto de déficit de personal en las instituciones de las Fuerzas Armadas (FFAA). El caso más preocupante es el del Ejército donde, anualmente, se registra un déficit de cerca del 60% de las plazas. Por ello, es que se ha estipulado la realización del sorteo respectivo en mayo de este año, con el fin de reclutar obligatoriamente a jóvenes entre 18 y 25 años.

Al respecto, cabe mencionar, que se trata de una medida discriminadora a todas luces y perjudicial para el mismo sistema de las FFAA. El SMO no permite la conformación de un ejército de ciudadanos donde la libertad individual a elegir el enrolamiento sirve también de motor de cada individuo para desempeñarse en su función. La manera de saldar el déficit no debe implicar la obligatoriedad sino la reforma en el sistema de modo que las condiciones sean atractivas para los jóvenes que verán, en ese caso, en el servicio militar una buena alternativa. Para empezar debe pasarse de propina a salario, dándoles el sueldo mínimo como corresponde a cualquier practicante técnico o universitario.

El SMO tal como está planteado consiste en un rezago de la servidumbre y el patriarcalismo más machista. Es, como hemos visto en distintas oportunidades y casos, un espacio de maltrato que, por lo mismo, es rechazado por quienes pudieran desear servir a la patria con uniforme. Muchas veces se usa a los reclutas como personal doméstico, denigrando su condición de seres humanos. Finalmente, perpetua la discriminación pues alberga a los ciudadanos más pobres y marginados del país quienes no ven en ningún otro espacio una opción y no les queda sino adscribirse a este sistema. Peor aún, ahora si son sorteados, deberán sumarse a las FFAA sin elegirlo pues en este país no todos tienen 1850 soles para comprar su libertad de elección.

Esta modificación debe ser revisada de inmediato pues, como alguna vez señalara Ollanta Humala candidato, el servicio militar debe ser voluntario y atractivo para jóvenes. Su nueva condición de obligatoriedad, que la otrora opositora suya defendía, no hace sino mostrarlo aún menos atractivo, más perverso y ciertamente injusto.

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