Presidente Castillo y Vice Boluarte honren la victoria de mitad +1 de peruanos

Por: 

Héctor Jesús Chunga Morales

Ante riesgoso virus de "pandemonio": vacuna, autoprotección y distancia política.

Lo que ocurrió el 06 de junio es un acto de autodeterminación espontánea nacional por cero corrupción, cero impunidad, cero autoritarismos vengan de donde vengan, del color político que sean, gracias a las intangibles –y efectivas- redes múltiples de intercomunicación, que compensan a famélicos políticos oficiales que no dirigen. 

Los votos de la mitad +1 de peruanos y peruanas fueron los que ganamos las elecciones con lo que tuvimos a la mano. Se suele destacar el sombrero que tomamos prestado para batallar. Aunque no lo tejimos lo hicimos visible al viento, aunque ni el presidente supuso que lo ungiríamos. De eso aprovechan los derrotados golpistas y mafiosos. Destaquemos por ello nuestra victoria: los titulares somos 8´836,380, y podemos ser más.

Fue una victoria épica pese a la clase política y económica no dirigentes, interesada –la primera- en cumplir la valla para sostenerse de nuestros impuestos, necesitados de unificar la nación en proyecto unitario, inviables por ello oficiales izquierdas, centros y derechas. Fue una batalla desigual. Derrotamos a la blindada fuerza articulada de súper poderes fácticos mafiosos y golpistas ultraderechistas. No es cualquier victoria, tan ajustada como real. Ganó nuestra autodeterminación espontánea democrática popular, como la de tres años atrás por referéndum el 86% votando SÍ, SÍ, SÍ y NO, también por reformas, el 08 de diciembre de 2018. Es la misma autodeterminación de ese pueblo chileno que decidió ir a votar pese a que allá es voluntario, para vencer por cambio más de diez puntos de ventaja. Es la misma voluntad del titular soberano pueblo actuando, es su poder, en siglo XXI, quizá aprendiendo de la insuficiente mitad +1 del vecino Perú.

Ganamos para que se gobierne, no para que se desgobierne. 

El presidente Castillo, la vicepresidenta Dina Boluarte y su equipo deben reintentar –ahora que el primer intento de vacancia no pasó, pero vendrá el próximo- honrar un buen gobierno o sincerar si alguien no puede en ministerios y Palacio. No hablar a media voz es nuestro mejor “defecto”: estamos a tiempo para ser avisados y defender nuestra voluntad, la del soberano que les encargó. 

Callos de más de dos décadas de larga transición democrática son lecciones, con los traidores Toledo, García, kuczynski, el dúo Humala, y los Vizcarra. Si vuelve a pasar, nueva ruta hallaremos para cumplir –con lo que tengamos a mano- la procesión de nuestras reformas adeudadas por cero desnutriciones, cero desprotección laboral, cero nueva deforestación, cero desprotección a cabeceras de cuenca, cero asistencialismo, cero discriminación, y desprotección pandémica, cero pueblos originarios sin desarrollo autodeterminado. 

El Perú está hecho de emerger entre riesgos e incertidumbres, sin tiempo para deprimirnos si alguien no pudo o no dio la talla. Nos alzaremos una y otra vez.
                                 
¿Qué tenemos para ello? 

Requerimos unir(nos) en la acción, en las voluntades, en convertir programas, ideas, rollos en proyectos y medidas de soluciones viables, pero también para el largo plazo, fundar propias empresas de prensa y redes del siglo XXI. Las/os peseteros no sirven. Tenemos a las súper fuerzas de millones de familias emprendedoras y laborales y jóvenes urbanos y rurales, hoy requeridos de salidas por la pandemia y crisis del modelo de crecimiento sin desarrollo, pero con ganas de seguir chambeando, porque queremos progresar, desarrollar, Vivir de nuestras capacidades, con derechos y contribuir con deberes, libertad, justicia, paz. Minería sí, pero metalúrgica, no de piedras. Agro sí, pero con cada chacra hidro-tecnologizada. Y agro-eco-metalurgia-marino-turística. Agua sí, pero limpia en mar, nevados y amazonia. No más votos fáciles en la indignidad de asistencialismos populistas y mercantilismos, de izquierdas y/o derechas.

¿En camino a elecciones 2022? 

Necesitamos recuperar y ampliar fuerzas, manteniendo independencia de las acciones del gobierno y derrotando sin dudar el golpismo mafioso y el golpismo desde adentro, concertando desde esas fuerzas locales que generamos riquezas, conocimiento, sabidurías, cultura, valor agregado tangible e intangible, poco a poco, uno a uno, barrio por barrio, comunidad por comunidad, mercado por mercado, empresita por empresita, plaza por plaza, trabajador/a por trabajador/a, en cada pueblo originario, para resistir y sumar con jóvenes en la autonomía de la SUNEDU pero también por una segunda reforma escolar y universitaria de contenido pedagógico-tecnológico-emprendedor-empresarial, y sumar para posicionar equipos que ganen la Municipalidad y Gobierno Regional de Lima Metropolitana la del Callao, y otras del país.

Alentemos a las/os demócratas que mejor pueden coronar el 2022; seamos realistas y estadistas. 

¿Luchar, trabajar, estudiar, crear, creer, militar, tener fe, para qué? 

Clarificándonos que podemos generar riqueza en base a capacidades, conocimientos y sabidurías de emprendedores, pueblos y trabajadores, luchando en corto, pequeño y largo plazo motivando un Perú Micro y Pequeño industrial agro-eco-metalúrgico-marino-turístico, bisagra interoceánica de valor agregado e intercultural con reforma educativa escolar y universitaria tecnológica, emprendedora, empresarial, cuidando nuestra amazonia, nevados y mar, mitigando el cambio climático y parando a depredadores de recursos, haciendo permanente aprendo fuera de la caja, no solo en el salón (en la nueva era pandémica que no terminará): aprendo en casa, en barrio, en chacra, jugando, trabajando. Y uniendo nuevo Qapaq Ñam latinoamericano ante la nueva ruta de la seda. 

Está bien preocuparnos de sostener a quienes elegimos democráticamente, pero es mejor hoy que el gobierno se ocupe de sostener nuestra confianza y mitigar traiciones, usando bien nuestro poder prestado, que le encargamos, gobernando para todos. Por  ello, saludable es, ante el riesgo de pandemonio, vacunarse, autoprotección y distancia con independencia política. Siempre en modo cero corrupciones, cero autoritarismos, del color que sea, venga de donde venga, vaya adónde vaya.