No arriesgue su gobierno presidente, no arriesgue el futuro del Perú

Por: 

Rudecindo Vega Carreazo

Presidente Pedro Castillo enmiende su primera decisión gubernamental, cambie a su Premier, está a tiempo, estamos a tiempo; el gobierno de nuestro Bicentenario como su discurso de asunción, debe ser esperanzador, convocante y con visión de un país estable. Ahórrenos la ruta pasionaria de los primeros días de crisis “aluvional”, ahórrenos el circo romano en que puede convertirse el Congreso durante la investidura ministerial, ahórrenos la tortura del vendaval de sus opositores que anunciaran a los cuatro vientos haber advertido (sabiendo que es falso) esta crisis inicial, ahórrenos la desesperanza de haber perdido una nueva oportunidad de ser un mejor Perú. “Lidérenos presidente, no nos falle a los peruanos que confiamos en usted, ahórrenos la vergüenza de decir que nos hemos vuelto a equivocar y le suplicamos que no nos deje a merced de “los podridos, los congelados y los incendiados” que están al acecho en nuestro país”.

Presidente Castillo, su mensaje de asunción emotivo, telúrico, diferente y esperanzador integrando sus propuestas de la primera y segunda vuelta se contradice con la conformación de su gabinete pensando en la primera vuelta, enmiende presidente, ocho millones y medio de peruanos que apostamos por usted en la segunda votación seguro nos sentiremos representados, otros ocho millones y medio más que votaron por la otra candidata en la segunda vuelta podrán volver sus ojos vigilantes a su gobierno. Gobierne para todos los peruanos, no permita que los rufianes de siempre destrocen la esperanza de los ninguneados, los nadies, los campesinos, los provincianos, los ciudadanos del Perú profundo que usted representa. Si la historia del Perú es la historia suya presidente, devuélvanos la entereza de que podemos ser en nuestro bicentenario un Perú democráticamente libre y justo.

Presidente Castillo no ahuyente a sus aliados políticos del Congreso, sin ellos no podrá gobernar y con ellos, por lo menos, podrá intentar una mínima gobernabilidad. Llegar al término de su mandato requiere consenso, requiere concertar e impulsar un Nuevo Acuerdo Nacional. Usted tiene varios compromisos asumidos en la segunda vuelta por cumplir, hágalo presidente y con ellos elabore la agenda de ese nuevo acuerdo. Ni los opositores podrán negarse, porque ellos también suscribieron lo mismo.

Presidente Castillo no decepcione ni abandone a su soporte social que le permitió el triunfo en la primera y segunda vuelta, los campesinos, los ronderos, el magisterio nacional, los trabajadores de construcción civil, los trabajadores articulados en la CGTP, etc.; todos juntos son su viabilidad gubernamental, su licencia social para gobernar. Sus banderas políticas son las banderas de ellos, son las banderas del Perú olvidado. Un frustrado gobierno suyo será una nueva frustración del Perú profundo. No arriesgue su gobierno, no arriesgue los sueños de un mejor Perú. No tire por la borda el destino del Perú. No permita que su gobierno sea una anécdota, procure que sea la oportunidad histórica que tanto esperamos.

Usted gano mucho con su discurso de asunción del mando, vaya que disipó muchas dudas, dio tranquilidad, fue inclusivo y con vocación de cambio. Todo lo ganado lo dilapido 24 horas después con la designación de su Premier y la forzada juramentación incompleta de su gabinete. Presidente no se quien le diga, pero la sensación de lo perdido es mayor que lo ganado. Este gabinete, mas allá de la dignidad de las personas que lo integran, nace agónico y sin posibilidades de vida. Penoso, ojalá no vergonzoso, serán los días siguientes a su juramentación. Expuestos al escarnio y vendetta pública. De llegar este gabinete al Congreso para solicitar su voto de confianza estará tan golpeado y agónico que podrá ser una tortura pública la solicitud de investidura. No arriesgue su gobierno presidente, no arriesgue el futuro del Perú.

Los agoreros de un Perú partido de aquí y allá festejaran la agudización de contradicciones al máximo, siguen creyendo, equivocadamente, en su verdad como la única válida para el país. Presidente, usted lo sabe, unos y otros son minoría, la mayoría ciudadana quiere vivir en un mejor Perú, ese que usted ofreció en su discurso de asunción. La fuerza ciudadana mayoritaria del país quiere un Perú democráticamente libre y justo. En nuestro Perú actual no hay posibilidad para los aventurerismos autoritarios ni las sediciones golpistas. Los últimos 5 años son una clara muestra de que siempre habrá salidas democráticas tanto para la Presidencia como para el Congreso. Nuestra sociedad civil amplia, dinámica, atenta y democrática hartamente lo ha demostrado.  No arriesgue su gobierno presidente, no arriesgue el futuro del Perú. 

Presidente elimine del nacimiento de su gobierno los conceptos de vacancia presidencial y disolución congresal que tanto se han posesionado en el imaginario nacional y político de nuestro país. En 24 horas de gobierno muchos quisieran que ese sea el signo que marque nuestra vida bicentenaria inmediata, no lo permita, no les de motivos presidente. Los ciudadanos del Perú queremos que cumpla su mandato. Seguimos existiendo los que soñamos con un Perú democráticamente libre y justo. Que así sea, está en sus manos, hay tiempo para enmendar hay tiempo para mejorar. Es el momento, es su momento presidente. Como usted lo dijo “¡Una sola fuerza, un solo corazón y una misma dirección! Que es la dirección del progreso y la justicia social para todos los peruanos”.