La hora de la reforma electoral

En la Comisión de Constitución del Congreso, que está integrada por los congresistas Patricia Donayre (FP), Gilbert Violeta (PPK) y Marisol Espinoza (APP), empezó a discutirse la reforma electoral que todos consideran necesaria, pero que siempre ha sido postergada por las diferentes bancadas, pues la transparencia y las reglas claras generan resistencias.

Como primera medida, dicha comisión recibió los aportes de los representantes del Jurado Nacional de Elecciones (JNE), Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) y Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (RENIEC), que  desde hace años vienen demandando que el Congreso inicie el debate y apruebe la reforma.

Entre los documentos que evaluará esa comisión se encuentra una iniciativa con 32 propuestas que ha elaborado Transparencia, junto a otros organismos como el JNE, que tiene que ver con leyes de partidos políticos, financiamiento, democracia interna e impedimentos para ser candidato.

LAS PROPUESTAS
En cuanto a la reforma electoral Transparencia propone que las elecciones congresales se lleven a cabo en la segunda vuelta de la elección presidencial con la finalidad que en la primera vuelta las campañas se centren en la elección presidencial y luego los electores puedan votar por los candidatos al Congreso con un escenario más definido.

Sobre los candidatos plantea mecanismos de transparencia que permitan conocer los antecedentes de los candidatos y requisitos más estrictos, de tal forma que no puedan postular personas previamente condenadas por delitos dolosos de terrorismo, narcotráfico, corrupción, o delitos contra el Estado; ni por delitos de homicidio, secuestro o violación de la libertad sexual.

En lo referido a los partidos, Transparencia plantea la elevación de la valla electoral para alianzas partidarias. Actualmente, los partidos políticos deben superar el 5% de votos válidos para contar con representantes en el Congreso y se plantea que en el caso de alianzas se sume el 2.5% de votos válidos por cada partido adicional.

En cuanto a la publicidad, se propone que los medios de comunicación (radio, televisión y prensa escrita) deban reportar información al JNE  cada vez que un partido político contrate publicidad electoral con ellos. En caso un medio de comunicación no cumpla con esta obligación, el JNE dispondrá que ese medio no podrá contratar con el Estado servicios de franja electoral.

Entre las propuestas también se ha considerado medidas para facilitar el acceso de la población  a los centros de votación, principalmente en el interior del país. Una de ellas es que la  ONPE distribuya las mesas de votación de tal manera que éstas se encuentren lo más cerca posible de cada centro poblado o comunidad en el interior del país, para ello se requiere el padrón electoral que elabora RENIEC incluya el domicilio de cada elector.

En caso que esta exigencia no se cumpla, no se podría imponer una multa por omisión al sufragio de los miembros del centro poblado o comunidad afectados.
La información que se maneja previo a las elecciones también es considerado en la reforma, por ello se propone que la restricción de difusión de encuestas una semana antes de las elecciones se reduzca a dos días antes de la votación.

ELECCIÓN INTERNA
Un punto clave es la democracia interna en los partidos para la elección de candidatos y para ello plantea un proceso de elecciones primarias abiertas que estén dirigidos, coordinados y supervisados por la ONPE, el JNE y el RENIEC. Esta exigencia incluiría la obligación de los partidos políticos de someter a elecciones primarias abiertas  la elección de sus candidatos a la Presidencia de la República y sus vicepresidentes, así como sus candidatos al Congreso, a gobernadores regionales, alcaldes, consejeros y regidores. Esto sin perjuicio de mantener la cuota actual de invitados a ser candidatos por cada partido político.

Otro de los cambios tiene que ver con la eliminación del voto preferencial para la elección de candidatos al Congreso.  Los electores deberán votar por el partido político al que deseen respaldar en la conformación del Congreso de la República y no por candidatos específicos.
Los candidatos que cada partido político postule al Congreso deben ser elegidos a través del mecanismo de elecciones democráticas internas previamente descrito.

CUENTAS CLARAS
Asimismo se plantea dar facultades a la ONPE para calcular el gasto de los partidos en campaña y que estos sustenten la procedencia de ese dinero. El incumplimiento o la
presentación tardía de cualquier reporte de gastos de acuerdo a ley facultarían al JNE a imponer una sanción al partido político y en caso incumplimiento reiterado de esta obligación se determinaría la pérdida de inscripción del partido y la imposibilidad de que los representantes elegidos asuman sus cargos o sean suspendidos si para entonces ya asumieron los cargos correspondientes. 

Otro punto importante es el referido al financiamiento de los partidos, planteándose que el financiamiento se realice de manera efectiva y permanente, pero estableciéndose potestades de fiscalización para los organismos electorales. En caso los partidos no cumplan con tales parámetros, serían sancionados con la pérdida de la inscripción en el Registro de organizaciones políticas del JNE.

En la reforma, Transparencia propone que los partidos políticos nacionales participen obligatoriamente en las elecciones que se convoquen en el país, incluyendo las elecciones para gobernadores regionales y alcaldes. Se establecería un sistema de participación gradual según el cual los partidos nacionales deberían participar en las elecciones de autoridades del 40% de regiones y municipalidades en el año 2018, el 60% en el 2022 y del 80% en el 2026. De no hacerlo, perderían su inscripción ante el Jurado Nacional de Elecciones (JNE).

Los especialistas coinciden que sobre la base de estos lineamientos debe iniciarse el debate en el Congreso para dar inicio a la reforma electoral que permita una elección transparente clara y que tenga los mecanismos para que la voluntad popular sea respetada por los organismos electorales y los propios partidos desde sus elecciones internas.

SOLO UN AVANCE
Sin embargo, se debe considerar que la iniciativa de reforma de Transparencia y del JNE solo es un avance.  Es necesario entender que la reforma electoral es parte de una reforma política mayor, de un sistema que tiene una grave crisis de representación. En el debate debe incluirse, además, la vuelta del Senado y desde las posiciones progresistas la reforma debe tener un horizonte que es la reforma de la Constitución para eliminar la que impuso Fujimori el año 1993.

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