La década inútil

Por: 

Gonzalo García Núñez

Al evocar el golpe del cinco de abril de 1992 se destaca el intento de imponer a la gente la idea que la dictadura impulsó el crecimiento económico del país entre 1992-2000, un fake news que cumple 29 años. 

¿Como medir? Lo que surge inmediatamente a la vista al evaluar la brecha producto, lo que muestran los datos del INEI, las curvas elaboradas por MACROCONSULT (Caretas 18 mayo 2001), en un gráfico que se replica en este texto, es que la trayectoria de la diferencia entre el PBI observado y su tendencia de largo plazo fue negativa. 

Desde el inicio hasta el fin de esos diez años, la brecha producto luego de subir hasta Tiwinza volvió al mismo perfil negativo. Fue una década inútil en términos del crecimiento material. 

Estudios de German Alarco sobre la desigualdad confirman, además, que creció la distancia entre peruanos y solo favoreció a unos cuantos, pero grandes grupos económicos, menos del 1% de la población. Inútil porque lo comenzado en crisis con el golpe de estado del 92 concluyo con el Perú en crisis en el 2000. 

En suma, fue pobre en resultados. Y con gran parte de sus protagonistas presos por corrupción, violación de derechos humanos, condenados por asesinato y robo. 

Sin embargo, el costo socio político de mantener encendidos los motores del consenso de Washington durante la década inútil fue altísimo: El presidente golpista fue juzgado y condenado por la mas alta instancia de la justicia penal. Purga condenas de hasta 25 años de cárcel por asesinato y robo. Prácticamente todos sus Presidentes de Consejo, sus ministros de economía y muchos jefes de algunos principales sectores terminaron juzgados por crímenes de alta corrupción.     

Y detrás de las rejas cuando les llego la hora de rendir cuentas.  Y eso que quedan muchas cosas que esclarecer en sede judicial sobre proyectos de inversión pública, tipo APP, la privatización de las empresas del Estado, las ventas de activos patrimoniales de todos, las corruptas concesiones de recursos naturales, negocios de simbiosis pública-privada en proyectos de discutibles beneficios, de alto coeficiente latrocinio / capital, que  están todavía por completarse en Contraloría, Fiscalía y Juzgados Anticorrupción (Lava jato, Club de la construcción, IIRSA, carreteras, gas, hidroeléctricas, obras de infraestructura de Salud, ingeniería de irrigaciones…)    

FIRMA ACA POR SI SE CAE EL MIG

Por eso la Corte Suprema de Perú, una vez sus facultades restituidas, condenó a penas entre cuatro y diez años de cárcel a una docena de ministros de Fujimori, primero, por el golpe de Estado del 5 de abril de 1992. Disolver. Contra la constitución, contra la ley.  

El tribunal condenó a cuatro años de “prisión suspendida” a funcionarios que aparecen en diversas publicaciones sobre la arquitectura del tiempo del autoritarismo populachero de la dictadura:  Jaime Yoshiyama, Carlos Boloña, Absalón Vásquez, Víctor Joy Way, Oscar de la Puente, Jaime Sobero, Alfredo Ross, Víctor Paredes y Augusto Antonioli, ex ministros... También se encontraron responsables de la violación de derechos sustantivos. Fue el caso de la Sala Penal de la Corte Suprema que sentenció a un ex ministro del Interior de Fujimori a diez años de prisión por delitos en agravio de detenidos por las fuerzas de seguridad durante el golpe. Lo más llamativo fue el control sobre los institutos castrenses. Los jefes de las instituciones armadas fueron sometidos a la ignominia de firmar una Acta de sujeción a sus superiores corruptos. Recuérdese que el objetivo de esta firma era garantizar impunidad al régimen ante procesos judiciales por violaciones de los derechos fundamentales. Con tal objetivo, el 13 de marzo de 1999, cerca de cuatrocientos altos mandos fueron convocados para firmar la hoy conocida “Acta de Sujeción”, en una ceremonia organizada por la cúpula Montesinos, los divisionarios del Ejército Julio Salazar Monroe, José Villanueva Ruesta y César Saucedo Sánchez. Todos serían emplazados luego. Y judicialmente sentenciados.  Otros purgan condenas por los asesinatos de inermes ciudadanos y sus familiares en el Jirón Huanta de Barrios Altos y de los estudiantes y profesor de la Universidad La Cantuta. Y los crímenes de Colinas en  Pativilca, Huacho, norte chico. 

También fueron sancionados los ex comandantes generales de la Marina, la Fuerza Aérea y el contralmirante (r) entonces jefe del Servicio de Inteligencia Nacional (SIN), presentes en la firma del acta.  

Todos han sido condenados por los actos cometidos durante la dictadura de Fujimori. Al respecto un ex comandante general retirado de las Fuerzas Armadas dice en un diario que firmó el “Acta de Sujeción”, redactada y grabada en video por personal de Fujimori y Montesinos, creyéndola un reporte de asistencia.

GOLPE TOTALIZANTE 

El golpe de estado del 5 de abril fue totalizante. Una alianza de operadores de la empresa privada, militares encargados y personal de inteligencia ocupo los poderes públicos, parlamento, poder judicial, donde destituyo magistrados, sometió, instancias judiciales y penetro las instituciones de la Justicia. 

Jueces constitucionales fueron agraviados por mantener enhiesta su dignidad ante el abuso. Subyugo al Ministerio Publico, cooptando a sus autoridades que terminarían después, con el retorno de la democracia, también bajo el escrutinio de los juzgados sancionadores. Despidió centenares de jueces en todos los niveles, pero sobre todo en las más altas autoridades judiciales, intervino la gestión de los aparatos de justicia, en una palabra, el 5 de abril envileció el magisterio de la ley. 

Una cohorte de escribas se dedicó a pergeñar editoriales con pezuña mermelera creada ex profeso por el SIN conocidos por el remoquete de prensa chicha. Y fue omnímoda presencia de los servicios y aparatos de inteligencia que se infiltró en todas las instancias posibles e inimaginables de la esfera política. Bien lo subrayan José Alejandro Godoy (el último dictador), Luis Jochamowitz, Marco Sifuentes, Alberto Vergara, Jerónimo Pimentel, Laura Grados, entre otros analistas recientes, que nos han explicado los significados del sistema autoritario de la década inútil.   

IN FINE

¿De qué sirvió esta dictadura? Poco en la economía, desempleo en la sociedad, mentira en política. Ahora también se sabe que dejo un sistema de salud en ruinas sin camas, sin oxígeno, sin intensivistas.