Hacia un mundo menos americano

La unipolaridad en las relaciones internacionales comandada por Estados Unidos está siendo amenazada ya hace algún tiempo por el crecimiento económico de algunas naciones y el grave desequilibrio financiero norteamericano.

Históricamente el mundo ha pasado por la hegemonía de diferentes potencias que llevaban el control político, económico y comercial. Hemos pasado por una bipolaridad de poderes durante la guerra fría, compitiendo Estados Unidos con la desaparecida Unión Soviética. Después, Estados Unidos se consolida como única potencia mundial con sus aliados en la Eurozona y demás países occidentalizados, determinados a llevar a cabo todas sus políticas especialmente económicas y comerciales y tratando de expandir sus ideas e inversiones por donde se podía. Hoy, este monopolio del poder se deshace más y más ante la fuerte entrada de sus competidores China, India, Sudáfrica y Brasil, los denominados BRICs creando una multipolaridad de naciones y regiones.

Estados Unidos ha acumulado una deuda aproximada de 17 mil billones de dólares, un monto mayor a su PBI. Esta situación preocupa, porque se sabe que su caída arrastraría a muchos. Ante la incertidumbre incurrida el último mes es ahora más seguro que nunca que los países buscarán desacoplarse de la influencia estadounidense1.

La principal causa por la que la administración pública norteamericana cerró a comienzos de Octubre fue por una disputa en el Congreso para subir el techo de la deuda y encontrar un acuerdo sobre el presupuesto del próximo año. Otro temor es la incertidumbre generada por la Reserva Federal respecto a que detenga la inyección de liquidez en la economía que se estima ha sido de 85 mil millones de dólares al mes. Esta medida despierta polémica ya que se supone ha sido un incentivo temporal que debería retirarse, pero cada vez que anuncian que van a hacerlo tiemblan los mercados.

Ha habido diferentes acciones que han demostrado el deterioro en la capacidad de liderazgo de los Estados Unidos. En primer lugar, ante la crisis con Siria, fue Rusia quien tuvo que intervenir y aplazar la intervención militar. Después, La Casa Blanca, por su situación interna no asistió al Foro de Cooperación Asia Pacífico (APEC) celebrado en Bali, con lo cual los protagonistas fueron China y Rusia. Hay que recordar que los 21 países que conforman el APEC significan el 50% de la producción y comercio mundial. Y por último, la sonada pelea entre demócratas y republicanos que han hecho que el país cierre su Administración. En definitiva “un líder es seguido cuando es temido, no cuando hace el ridículo”2.

Se puede decir entonces que los estados del mundo están buscando reducir la dependencia del dólar. Estas acciones, lideradas por China, apuntan a hacer acuerdos para utilizar sus monedas dentro de sus alianzas comerciales sin acudir al dólar. Asimismo, el fortalecimiento del yuan soportado por inmensas compras de oro, lo que genera un desprendimiento de los dólares e incluso de los bonos americanos. Teniendo en cuenta que China es hoy el primer importador de petróleo del mundo se puede predecir que de ahora en adelante las negociaciones en esta moneda para la compra de este recurso tendrán mayor envergadura, no solo en el continente asiático, sino también entre sus pares en crecimiento.

Siguiendo con estas políticas, la India está pensando en negociar un acuerdo con Irán para comprarle petróleo y este se daría en monedas diferentes al dólar y al euro. Si se ve a Irán con otros ojos y se toma en cuenta su llamado a luchar contra el terrorismo, podría estar armándose una alianza entre los países árabes y musulmanes, tal vez, hasta Israel. Pero esta vez, organizados desde adentro sin necesidad del occidente3.

Según la teoría económica es mejor diversificar la canasta que poner todas tus apuestas en una sola acción y eso es lo que está pasando a nivel global, la dependencia a una sola economía que está con un futuro incierto ponen a todos a pensar si ya es tiempo de mirar hacia otro lado.  Es muy importante, por ello, enfocarse en las nuevas regiones, en aquellas que se encuentran creciendo y desarrollándose. Esto significa un reto para el Perú y los países emergentes de América Latina de ver más allá de la costumbre.

 

1Fuente: GEAB Nº78 (16/10/2013)

2 Fuente: GEAB Nº78 (16 de octubre de 2013)

3 Fuente: GEAB Nº78 (16/10/2013)

 

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