Laura Arroyo G.
No hay mejores maestros que aquellos que nos educan para los verdaderos exámenes. Esos que no te preguntan por el binomio cuadrado perfecto o la tabla de multiplicar únicamente, sino que están allá afuera, en la experiencia de vida, cuando te enfrentas a una situación de injusticia y tienes que decidir si ser cómplice de quien oprime o si ser solidario y justo.