Aspectos laborales del discurso presidencial del 28 de julio

Por: 

Adolfo Ciudad Reynaud

Felicito al Presidente de la Republica, Pedro Castillo Terrones, por su discurso de asunción de mando, que inició con un vibrante y emotivo recuento de toda nuestra historia, cuna de civilizaciones y culturas trascendentales desde hace cinco mil años.  Recordó también las épocas de extrema explotación y dolor que lamentablemente se prolongaron durante la república.

Desnudó la falta de una democracia real existente en el Perú actual, que ofreció solucionar con un sólido plan de gobierno sobre los temas más urgentes: salud, economía, educación, y cultura, entre otros.  

Saludo también sus menciones a proscribir el trabajo precario, a mejorar el nivel de empleo y salarios de acuerdo a lo que señala la OIT, el ofrecimiento de un millón de empleos, el reconocimiento al trabajo decente, empleo digno y evitar empleos informales, vulnerables y sin protección social. También se refirió a la necesidad de desarrollar capacidades de la población, que debe asumir el Estado a través de la formación profesional.

El acabar con el trabajo precario implica la erradicación del CAS y del reconocimiento del diálogo con los trabajadores del Estado a través de la negociación colectiva, conforme al mandato del Tribunal Constitucional hasta ahora no cumplido. Implica también restringir los precarios contratos temporales que en un 75% se aplican en la actividad privada, así como la restricción de la tercerización que impide el ejercicio de los derechos colectivos.

El criterio de rentabilidad social que plantea para la minería debe incluir el bienestar de los trabajadores mineros a quienes se les aplica la subcontración en el 75%, impidiéndoles la sindicalización y la negociación colectiva.

Resaltó como primera gran tarea la lucha contra el Covid a través de la vacunación de todos en el menor tiempo posible, así como la creación un único sistema de salud de calidad para tados a través de centros de salud comunitaria y de la construcción de hospitales en forma descentralizada.

Destacó la crisis de los sistemas públicos y privados de pensiones, así como la atención de la salud de la población en EsSalud y el MINSA. Frente a ello planteó pasar de las políticas de “aseguramiento” al acceso y derecho pleno a la salud y pensiones. Propuso la consolidación en un solo sistema de prevención en salud unificando EsSalud, Minsa, Direcciones Regionales de Salud y Sistemas de Salud de las Fuerzas Armadas y Policía Naciona, en un solo gran sistema.

Lo planteó para las fuerzas armadas, pero también se aplica al servicio civil: una necesaria reforma con derechos y basado en el diálogo social, así como en la meritocracia antes que en el amigismo para los ascensos.

El compromiso en la lucha contra la corrupción es digno de destacarse. Señaló que se desfalca 20 mil millones de soles al año (todo el gasto público en Salud del año 2021 o dos terceras partes del gasto en educación). Propuso potenciar la Contraloría General de la República, la Fiscalía de la Nación y todo el sistema judicial anticorrupción.

Respaldo plenamente el ofrecimiento del Tren Inca de Cajamarca a Puno y el Tren Grau de la costa, de Tumbes a Tacna. Una gran obra que integrará mercados locales y descentralizará el país.

Finalmente, hizo un llamado a dejar de lado las diferencias ideológicas, las posiciones políticas e intereses personales.  
Llamó a la reconstrucción de la unidad nacional, una tarea que compromete a todos, señalando que lo haremos en democracia buscando la concertación nacional.  Recordó que nuestros antepasados quechuas decían:

¡Una sola fuerza, un solo corazón y una misma dirección! Esto es: un mismo rumbo para todo el país. Esto implica una política de concertación y de diálogo que pone por delante los intereses del país. Destacó que es la dirección es el progreso y la justicia social para todos los peruanos.